11/05/2025
Quiénes eran los “antipapas”, los rivales que disputaron el trono del Vaticano

Fuente: telam
Según informó National Geographic, entre los siglos III y XV, figuras religiosas proclamadas sin legitimidad eclesiástica desafiaron el la Sede Apostólica con apoyo de emperadores, nobles y facciones cardenalicias
>Durante siglos, no todos los Conocidos como antipapas, estos líderes religiosos protagonizaron algunos de los episodios más tensos en la historia del cristianismo occidental.
Desde las primeras escisiones en la Iglesia primitiva hasta las crisis del poder papal en la Edad Media, la figura del antipapa encarnó las divisiones internas del catolicismo, respaldadas en muchos casos por intereses políticos, imperiales y nobiliarios. Aunque hoy este tipo de disputa ya no ocurre, el fenómeno dejó una huella profunda en la institucionalidad eclesiástica.National Geographic y la Encyclopedia Britannica definen a los antipapas como religiosos que, pese a no contar con la elección legítima del cónclave, se proclamaron obispos de Roma y sumos pontífices. Este fenómeno se registró entre los siglos III y XV, con cerca de 40 figuras reconocidas a lo largo de la historia. El término proviene del latín y designa específicamente a quien ocupa el pontificado mientras otro ya ostenta legítimamente ese cargo.En la Iglesia considerada “primitiva” fue habitual la presencia de rivales que ocasionalmente reclamaban el trono pontificio.
Estas pugnas, reseña National Geographic, solían intensificarse tras la muerte o deposición de un papa, momento en que distintas facciones intentaban imponer a su propio candidato.El historiador Leandro Duarte Rust, profesor de la Universidad Federal de Mato Grosso, explicó a NatGeo que el antipapa era elegido de manera irregular, generalmente en contextos de vacío o conflicto de poder.Las motivaciones detrás de su nombramiento solían estar asociadas a intereses de la nobleza romana, emperadores o cardenales disidentes, y su ascenso al trono papal conllevaba un cisma dentro de la Iglesia.
Uno de los casos más representativos fue el del Papa León IX, quien ocupó el cargo entre 1049 y 1054. Según Duarte Rust, su ascenso constituyó un “flagrante ultraje a las reglas canónicas de la época”, al ser promovido directamente por decisión del emperador Enrique III, omitiendo las tradiciones electivas de la Iglesia.Estos episodios reflejan el papel que desempeñaban las autoridades seculares en la política eclesiástica. En diversas ocasiones, el nombramiento de antipapas respondió a intereses estratégicos de casas reales y emperadores, que buscaban controlar la institución religiosa más influyente de Europa.De acuerdo con Encyclopedia Britannica, el último antipapa reconocido fue Félix V, anteriormente conocido como Amadeo VIII de Saboya. Su proclamación como líder de la Iglesia se produjo durante el Concilio de Basilea, que comenzó en diciembre de 1431. Ese concilio decidió deponer a Eugenio IV, lo que derivó en la elección de Amadeo como antipapa en 1439.Félix V ejerció como tal durante una década, hasta 1449, cuando renunció por presión de los reyes de Francia, Inglaterra y Sicilia.Uno de los períodos más críticos en la historia del papado fue el Cisma de Occidente, que se extendió de 1378 a 1417. Durante esos años, se llegó a registrar la existencia simultánea de tres papas rivales, cada uno con su propio colegio cardenalicio y estructura administrativa, según información de la Encyclopedia Britannica.
Fuente: telam